Aquellos ojos cansados de mirar
ese hombre con la vida a cuestas de tanto amar
tiene las más cálidas manos que alguna vez bese.
Ese gran hombre no vive ya
pero existió y lo ame tanto como el a mi,
le entregue mi vida, mi cuerpo y mi corazón.
Muchas lágrimas ya han pasado,
desde aquel llamado tan lejano
que fue tu triste partida.
Instante fatal, cruel y oscuro,
me quedé sin presente ni futuro.
Instante en que te arrancaste de mi vida
sin un motivo y sin ningúna explicación.
Partiste llevándote toda la alegria,
dejando sin latido este corazón.
Ese gran hombre no vive ya
pero lo ame tanto como el ami,