Entre el vivir en soledad y en penas,
preferí elegir correr a tus brazos,
allí, junto a la aurora,
las rosas y ese horizonte colmado de colores nuevos,
que me dan la bienvenida al nuevo día, al nuevo amor.
Tomando tu mano te llevaré por los caminos
donde te haré conocer los secretos de la luna,
de las hojas, del arroyo, de las flores
y de las historias antiguas, que son las que nos unen.
Tomando tu mano y a la vez mirarte tan lejana
e inalcanzable me hace sentir triste.
Pero me consuelas, cuando cada noche
me dejas abrazarte y mirarte.
Hay un espacio, un enorme vacio
que solo soñando puedo atravezar
y en esos sueños te puedo tocar
pero pronto amanece y te alejas más.
